Ramón Mur
La Universidad Rey Juan Carlos I, en la que según mentes lúcidas reinan el rigor científico y la seriedad en sus investigaciones, ha organizado un curso de verano sobre Periodismo y Corrupción al que han sido invitados adalides de la corrupción como el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, el ex presidente de Cantabria Juan Hormaechea y el empresario José María Ruiz Mateos.
A decir de los organizadores estas tres sobresalientes personalidades del mundo de la global y admirada corrupción institucionalizada no han sido invitados como profesores o ponentes del curso sino como "paradigmas" de la corrupción que serán expuestos por los académicos. Es decir, se trata de poner ejemplos de diferentes casos de corrupción y así a Julián Muñoz se le expondrá como el corrupto que llega a saber asegurarse su actividad corrupta mediante el soborno a jueces, si fuera preciso. Por eso no interesan, también por ejemplo, casos como el de la alcaldesa de La Muela (Zaragoza), María Victoria Pinilla, presa en el penal de Zuera, a la que le faltó esa habilidad y le salió un joven juez de La Almunia de Doña Godina, para más inri apellidado Lajusticia, que está llevando su caso de corrupción urbanística municipal hasta el final en su opera prima de juez contra la delincuencia institucional por corrupción. Ruiz Mateos será presentado como el corrupto capaz de estampar una tarta en la cara del Ministro de Economía y Hormaechea representará a los políticos que, por la corrupción, llegan a lo más alto del poder en una comunidad autónoma.
En todo caso, seguro que a los expertos del curso de verano de la Juan Carlos I no se les pasará por alto el caso de la alcaldesa Pinilla. Y en futuras convocatorias, les puede resultar de mucha utilidad y con tanto gancho como los tres paradigmas de la corrupción nacional escogidos para esta primera ocasión. Porque es evidente que igual que las teles buscan audiencia, las universidades intentan llenar sus cursos estivales mediante personalidades con incuestionable poder de convocatoria social.
Con semejantes protagonistas, la atracción por el curso está garantizada. Y allí acudirán no sólo futuros reporteros de periodismo de investigación sino que con Julián Muñoz, Juan Hormaechea y José María Ruiz Mateos, los que no pueden faltar son alcaldes y concejales, tantos como existen por ahí, incapaces de hacerse ricos, muchos de ellos después de varias legislaturas al frente de sus ayuntamientos.
Así que el éxito del curso sobre Periodismo y Corrupción está garantizado. Lo que no han dicho sus organizadores es si habrá final con fiesta española y recital de Isabel Pantoja o terminarán todos en el Caribe en uno de esos viajes que la alcaldesa Pinilla es capaz de organizar incluso desde la cárcel.
Para otras ocasiones, los organizadores no deberían olvidar a otras ilustres personalidades de la corrupción como Gabriel Urralburu, Luis Roldán, Pedro de la Rosa, Mario Conde, todos los de la trama Gürtel de Madrid y un largo etcétera. Teniendo un plantel de corruptos tan amplio y variado sería una pena que estos cursos pecaran por falta de ilustraciones para los profesores y expertos en una materia tan atractiva como de incuestionable porvenir para las futuras generaciones del país.
sábado, 9 de mayo de 2009
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