Los libros escogidos

Cartel anunciador de la firma de libros que tuvo lugar el sábado 30 de enero en la Librería Serret de Valderrobres.






Ramón Mur

Un inesperado contratiempo resuelto felizmente al final, me ha impedido escribir antes de ahora de la firma de libros que tuve el honor de compartir con José Ignacio Micolau Adell, el sábado pasado, en la librería Serret de Valderrobres. Él firmó y dedicó ejemplares de su libro 'Cuestiones Bajoaragonesas' que también tuve el honor y el placer de presentar en Alcañiz el 21 de noviembre del año pasado. Yo hice otro tanto con mi novela 'Huellas de herradura'. Todo en ese ambiente sacrosanto,-porque nada hay más santo, aunque por lo civil e intelectual, que una biblioteca- de la Librería Serret de Valderrobres.
A lo largo de la mañana pasaron lectores conocidos y desconocidos. Saludábamos a los primeros y Octavio hacia las presentaciones de los segundos. He hablado tantas veces y siempre bien, porque se lo merece, de Octavio y su 'botiga' de libros que no voy a insistir por no caer en la adulación que siempre empalaga.
Sí dejaré constancia de que Serret es uno de los puntos más ideales de este planeta para ESCOGER libros. Afirmación más que apropiada hablando del libro 'Cuestiones aragonesas' en el que José Ignacio Micolau hace esta atinada afirmación: “Hoy, que los medios de comunicación de masas – forma sutil de dominación – tienden a uniformar y manipular el saber y la información, el libro, no el libro anunciado, sino el libro escogido, es todavía una esperanza para la necesaria independencia de criterio del hombre del último tercio del siglo XX”. Añado, con licencia del autor, que la sentencia sirve para este comienzo del siglo XXI en el que para adquirir esa "necesaria independencia de criterio" que dan los libros "escogidos", nada mejor que acercarse por la librería Serret de Valderrobres. Allí siempre hay un libro u otro que escoger con la libertad de gusto literario y la orientación ideológica de cada cual.