Permanecí ante el televisor hasta la madrugada, después de la frugal cena de tortilla francesa. Escuché y contemplé a José Luis Rodriguez Zapatero en el programa de TVE "Tengo una pregunta para usted" y en el consecutivo extra de debate "59 segundos" de terulia con directores de periódicos. Novedad fue la presencia del director de "EL CORREO" de Bilbao, Juan Carlos Martínez Gauna, puesto que en estos espacios de TVE parece como si sólo hubiera periódicos en Madrid y Barcelona.
El presidente compareció ante 100 ciudadanos de los que tan sólo 40 pudieron plantearle la pregunta que llevaban preparada para él. Y es que ZP, a pesar de las amonestaciones constantes de Lorenzo Milá, se enrollaba tanto en cada respuesta que no dió tiempo a que todos los presentes pudieran intervenir. Del coloquio entre la ciudadanía y el presidente quedé tan deprimido que antes de acostarme hube de disciplinarme hasta la mortificación espiritual y corporal. No podía y no puedo perdonarme que mientras mis compatriotas están, por lo general y por lo que se ve, angustiados y al borde de la ruina total sin trabajo y casi sin bocado que llevarse al estómago, yo me dedico a escribir de preocupaciones tan nimias y banales cómo qué pasa con la Ley de Lenguas de Aragón que nunca llega a las Cortes aragonesas y que como mucho afectará a 80.000 aragoneses, todos bien alimentados por muy apartados que sean los lugares que habitan.
Derrotado y con las carnes abiertas en sangre, dormí de mala manera, como no podía ser de otra forma. El presidente se vió metido en más de un aprieto. Pero, en medio de la tertulia de periodistas, TVE dio a conocer el resultado de la encuesta realizada por las superagencia estatal EFE entre los teleespectadores que siguieron la comparecencia del presidente del Gobierno. Resultado: al 74% le pareció positivo el comportamiento del presidente mientras el 26% restante lo consideró negativo. El objetivo estaba cumplido puesto que se trataba de conseguir dejar en el personal la sensación de que tenemos un presidente del Gobierno tan valiente que, en momentos de tanta desolación como el que nos está tocando vivir, no escurre el bulto sino que da la cara.
Por entrar sólo un poco en el contenido del debate entre ciudadanos y presidente, diré que responder a un parado cuándo podrá encontrar trabajo es misión imposible para el jefe del Ejecutivo como lo es igualmente para el delegado del INAEM que tiene registrado el expediente del desempleado. Y ya lo de resoponder al curita si uno, sea presidente o conductor urbano, piensa que un feto es o no un "individuo humano", pues es que tiene delito. Pero en terrenos así el presidente estuvo menos tenso que en el de la acuciante crisis económica, que fue el epicentro de su comparecencia televisiva.
Para que no faltara de nada, Izaskun Buelta, una discapacitada de 32 años, con síndrome de Down a la que el presidente llamó "niña", fue al debate con la sana intención de pedirle trabajo a "Zapatero", como ella llamó al presidente. No lo tendrá fácil en esta sociedad laboral de "eres" injustificados y de acosos laborales que machaca sin piedad a excelentes profesionales que, a primera vista, al menos, parecen más fuertes y amparados que ella.
En la tertulia posterior, los directores de periódicos hablaron de todo cuanto se les planteó porque para eso se les invita, para que sepan hablar de todo. Muchos profesionales de la información se encuentran más cómodos que otros en el papel de tertuliano. Pero, ya se sabe, las tertulias de periodistas son para hacer de oráculos intérpretes de la actualidad y disfrutar desde la atalaya de la oraculidad. Si no se piensa así, si se cree que estos encuentros son el no va más de la frivolidad y de la superfiliadad, lo mejor es no asistir.
martes, 27 de enero de 2009
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