Ramón Mur
Los Ligallos le gritaban en La Romareda:"te hemos visto en la botella del anís" (del Mono, claro). Los vascónicos hinchas del Athletic difundieron, en vísperas de la última final de la Copa del Rey, la imagen del futbolista camerunés embestido en retaguardia por un león de San Mamés, cómo no. Para deshonra de todo león, sin la menor duda. Ningún medio de comunicación quiso hacerse eco de tan ofensiva imagen para Eto'o, a pesar de que se hizo pública por la red de Internet.
El autor de los goles más espectaculares de la Liga española, celebrados por cualquier aficionado al balompié aunque no sea culé, ha sufrido no poco en los estadios de nuestro país. Hasta que el espíritu fino de Pepito Guardiola ha prescindido de él y el Barça lo ha traspasado al Inter Milán. Pepito dijo que no tenía "filing" con Eto'o. Es decir, que lo juzgaba un jugador conflictivo al que no podía soportar por su peculiar forma de ser. Desde luego, el elegantón y educado entrenador del Barça no lo explicó con tanta claridad.
De Samuel Eto'o se cuenta que es una persona difícil de tratar. Puede ser. En todo caso, el común de los aficionados al fútbol todo lo que conoce de él, además de su destreza con el balón, es que es un joven africano que jamás renuncia a sus orígenes y que actúa como embajador incomparable de Camerún por todo el mundo, algo que está muy bien.
Pero el espíritu fino de Pepito Guardiola, cuatro siglos después de la última y masiva expulsión de los moriscos de España, nos ha privado del placer de ver jugar a un futbolista africano, uno de los mejores jugadores del mundo. Nos ha dejado sin los goles de Samuel Eto'o. Los aficionados al fútbol no se lo perdonamos ni se lo perdonaremos. Aunque su Barça vuelva a ser tricampeón.
domingo, 16 de agosto de 2009
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