La botella de Cariñena de Lan Kide Aurrezkia

Ramón Mur

Paseaba ayer por el barrio donde resido en Zaragoza cuando, de pronto, una bella joven uniformada de azafata me preguntó si quería recibir información sobre los productos de su empresa y que, a cambio de sólo atender la información, sería obsequiado con una botella de vino tinto de Cariñena. Alcé la vista hacia el rótulo del establecimiento y comprobé que se trataba de una sucursal en Zaragoza de la Caja Laboral Popular (en euskera, Lan Kide Aurrezkia-Euskadiko Kutxa).
Pasé al interior y otra empleada, llamada Arancha (con ch), me informó de las ofertas que ponían a mi disposición. Resulta que yo fuí cliente de Caja Laboral desde 1977 hasta 2001, cuando salí del País Vasco rumbo a Aragón. La verdad es que siempre fui muy bien tratado y guardo un excelente recuerdo.
No me importaría volver a ser cliente de Caja Laboral, aunque fuera en Zaragoza. Bien es cierto que los tiempos no están en esta tierra como para mostrarte amigo de vascos ni de catalanes, pongamos por caso. El aprecio por la autonomía decrece entre la sociedad española de manera alarmante. Es triste, pero así es. Como los indeseables terroristas de ETA son vascos, ¡ojo con todo lo vasco! Una pena.
Yo, de todos modos,degustaré el tinto de Cariñena, regalado por Lan Kide Aurrezkia. Vino con denominación de origen de Aragón, obsequio de una entidad vasca de ahorro. Todo un detalle. ¿O no?