jueves, 7 de mayo de 2009

Negar el català

Publicat en 7 Maig, 2009 per graciaz
Sota el títol “Pue que haigan regau”, avui dijous 7 de maig, el Diario de Teruel em publica un article en el que faig referència a un escrit de l’any 1975, ratificat al 1980, d’un grup d’acadèmics de la Real Academia Española de la Lengua i la de la Historia y a una anècdota molt adient al tema. (Fa uns dies en Tomàs Bosque em recordà l’esmentat informe dels acadèmics).


““Pue que haigan regau”
José Miguel Gràcia*
Me contaron que un día salían dos hombres de un pequeño bar, de un pequeño pueblo de lo más profundo de los Monegros, tierras duras y resecas donde las haya, después de haber estado discutiendo media tarde alrededor de una mesa. Una de aquellas dos personas había estado poniendo en cuestión todo lo que decían los demás, no aceptando nada y queriendo tener la razón en todo. Acababa de llover, la arcillosa tierra del vecino campo retenía la lluvia en pequeños charcos, unos rayos de sol se atrevían a perforar los nubarrones y en el horizonte apuntaban los siete colores del arco iris. La persona que había soportado las sinrazones del discutidor, le dijo a éste: —¿No me negarás que ha llovido? El empedernido negacionista estuvo pensando unos instantes y contestó: — “Pue que haigan regau”.
Traigo a colación esta anécdota que si non e vera e ben trobata, para explicar la posición de los negacionistas de la lengua catalana y sus variantes en La Franja. Se inventan mil lenguas, desprecian a los lingüistas, a los filólogos, a escritores, a los académicos; de la anécdota hacen categoría; explotan torticeramente el lenguaje popular, anatematizan a los que les estorban; etc., etc. ¿Y todo, por qué y para qué? Sencillamente porque una lengua que hablan diez millones de personas se llama catalán, y para que los aragoneses estén enfrentados permanentemente, obviando toda lógica económica y cultural, contra los vecinos catalanes. Estos son sus principios, adobados en dosis altas de conservadurismo integrista. Los partidos políticos que les aceptan (PP) incluso que les protegen (PAR), lo hacen sencilla y llanamente porque piensan que así ganarán votos. Si estuviesen en lo cierto, mi desmoralización sería alta. ¿Qué pesa más un kilo de votos o un kilo de cultura?
Me es muy grato recordar al lector que en el año 1975, un grupo de Académicos de la Lengua e Historia, se vieron en la necesidad de emitir una declaración (ratificada en 1980) para desmentir a los “blaveros” valencianistas que negaban que el valenciano era una variedad del catalán. Y aprovecharon la ocasión para delimitar todos los territorios de lengua catalana. Toda la declaración no tiene desperdicio, por lo que me permitirá el lector que le transcriba una gran parte:
“Los firmantes, miembros de las Academias Española y de la Historia, […] a petición de personas interesadas en que demos a conocer nuestra opinión sobre este asunto, científicamente aclarado desde hace muchos años, deseamos expresar, de acuerdo con todos los estudiosos de las lenguas románicas:
Que el valenciano es una variante dialectal del catalán. Es decir, del idioma hablado en las islas Baleares, en la Cataluña francesa y española, en la franja de Aragón, en la mayor parte del País Valenciano, en el Principado de Andorra y en la ciudad sarda de Alguer. Por todo ello, nos causa sorpresa ver este hecho puesto públicamente en duda y aún ásperamente impugnado, por personas que claramente utilizan sus propios prejuicios como fuente de autoridad científica, mientras pretenden ridiculizar e incluso insultar a personalidades que, por su entera labor, merecen el respeto de todos y en primer lugar el nuestro.
Se hace fácil suponer que tras esas posiciones negativas se ocultan consideraciones y propósitos que en nada se relacionan con la verdad de un hecho suficientemente claro para la filología y para la historia. Es culturalmente aberrante todo intento —como el que contemplamos— de desmembrar el País Valenciano de la comunidad idiomática y cultural catalana, por la que, como escritores e intelectuales españoles, no tenemos sino respeto y admiración, dentro del cual el País Valenciano ha tenido y tiene un lugar tan relevante.” Firmado por Dámaso Alonso, Jesús Pabón, Antonio Buero Vallejo, Tomás Navarro, Pedro Laín Entralgo, José María Pemán, Vicente Aleixandre, Fernando Lázaro Carreter, Alonso Zamora Vicente, Salvador de Madariaga, Marqués de Lozoya, Miquel Batllori, Camilo José Cela, Rafael Lapesa, Manuel Alvar y José Antonio Maravall.
¿Ante tanta sapiencia y autoridad acumuladas, verdad que el lector piensa que nadie podría oponerse? Pues no fue así: los de siempre, los negacionistas (FACAO y ahora miembros de la joven rama intelectual del PAR), no lo han admitido aún, aduciendo que no habían firmado todos los miembros de las academias y que no se listaban los municipios de la Franja. En otras palabras: “Pue que haigan regau”. Es más, dicen que el informe les da la razón: actitud desesperada, infantiloide o pura estulticia.
Resultará inesperado para muchas personas que, para terminar, quiera yo ayudar a los negacionistas a encontrar una nueva razón para no aceptar el informe de los dieciséis académicos. Aquí va mi idea: “Caso de vivir aún los fallecidos del grupo de académicos, seguro que se pronunciarían en contrario”. Nadie lo podrá rebatir. “Si no regaron, ahora regarían”. ¡Irrefutafle!
*Escritor”

1 comentario:

Unknown dijo...

El problema, bajo mi parecer, no radica en que si lo que hablamos es catalán o no. Creo que resulta obvio, yo siempre he pensado que sí. Ahora, la manera en la que se ha utilizado ese idioma español en determinados territorios de este país para fines políticos, nacionalistas-separatistas, sobre todo,y cómo se ha discriminado el castellano (en la enseñanza más que nada) hasta el punto de que acabarán sin saberlo escribir correctamente (incluso desde la propia Consejería de Educación envían escritos que contienen más faltas de ortografía que una redacción de párvulos...), es lo que da realmente pánico.

Desde resultar imposible la escolarización pública de los niños en castellano (ya sabemos todos que el catalán es la lengua vehicular, hasta en el recreo existe obligación de hablarlo o por lo menos eso intentan), pasando por la imposición de sanciones a quienes no rotulen en sus negocios en catalán, y un sinfín más de despropósitos cometidos enarbolando como bandera esa lengua... Y acabando ya por anexionarse, dentro de lo que llaman los Países Catalanes, millones de hectáreas del Levante, Baleares, el Rosellón, Andorra, Cerdeña y Aragón. Pero si llegan a negar el Reino de Aragón...¿Cómo quieres que a los que no somos de allí (aunque nos vinculen) cuando nos hablan del catalán no nos entre canguelo? Yo sí querría ser bilingüe, BILINGÜE, pero quitar un rey para poner otro..., como decía aquel tullido, que fue a Lourdes para sanarse, mientras se despeñaba por accidente: “virgencica, virgencica que me quede como estoy.

Vamos, que en ese plan, aunque lluevan cántaros: "pa mí tampoco ha llovio, quió".
Me gustaría conocer qué es lo que opinarían los académicos que has citado si vieran ahora el panorama actual que existe en ese territorio español en cuanto a la política lingüística que se practica con respecto al castellano.

Un saludo, Ramón.

J. Javier de Miguel.