Con esto de la polémica que no cesa en torno al bilingüismo en Aragón y a la Ley de Lenguas, la que nunca llega, algunos se sienten muy ofendidos cuando se les tacha de ignorantes por defender posturas cientéficamente indefendibles como que el catalán no se habla en algunas poblaciones aragonesas. Sin embargo, hay quien a todas horas enjuicia, por ejemplo, libros escritos por aragoneses en catalán sin haberlos leído.
Hace unos días pasé una tarde entera con el precioso libro de José Miguel Gracia 'Fets i temps de La Codonyera' del que cierta persona se empeñaba no hace mucho en convencerme de que no estaba escrito en el 'parlar' de los pueblos del Mezquín sino en el catalán estandar de Cataluña. Y es que sencillamente este respetable sujeto no había leído una sola línea del libro de José Miguel Gracia. Porque, en caso contrario, hubiera comprobado cómo el actual presidente de la Asociación Cultural del Matarranya (ASCUMA) escribe tiarra, cial, toçal, cirera, peceta, cabaç y no terrra, cel, tossal, sirera, pesseta o cabàs.
Gracia, al menos en este libro y en otros también, utiliza multitud de particularidades comarcales y locales de las que está lleno el catalán occidental que se habla en La Codonyera y en otras poblaciones de su entorno. Siempre que leo catalán, lo hago con el diccionario a mano. Pues bien, con 'Fets i Temps...' me ocurrió que no pude encontrar en el Diccionario catalán, al menos en el que yo manejo que es de una editorial que publica diccionarios de todos los idiomas del mundo, ciertos sinónimos que son exclusivos del diccionario local que Gracia cobija en su mente. A pesar de todo, existen quienes se empeñan en acusarle de escribir en el catalán estandarizado de Catalunya. ¿Por qué lo hacen? Sencillamente porque IGNORAN el libro que dicen conocer. Y puesto que ignorante es el que ignora igual que amante es el que ama, son unos IGNORANTES. No se ofendan, pues, porque no tienen motivo.
Confiesa Manuel Vicent en su última novela 'León de ojos verdes' que "en este oficio [el de escritor] o eres uno de los grandes o no eres nadie". Una gran verdad. No es el caso de Gracia, al que tengo por uno de los grandes de nuestra literatura catalana en Aragón, varias veces premiado. Pues ni aún así, es un autor leído. Pero sí criticado por los ignorantes que ignoran su obra. En todo caso, cualquier escritor, por muy corta que sea su dimensión literaria, tiene derecho a exigir que cualquiera que emita juicio sobre su literatura la haya leído antes. Es lo menos que se puede pedir. Salvo a estos ignorantes con piel de sabioncillos, que son como son. ¡Qué le vamos a hacer!
lunes, 29 de diciembre de 2008
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