lunes, 19 de octubre de 2009

Alcorisa y el CELA, poder de convocatoria cultural


Ramón Mur

Alcorisa y su Centro de Estudios Locales (CELA) demuestran desde hace tiempo un poder de convoctoria para actos culturales que ahora no voy a descubrir. Este pueblo tiene una Semana Cultural en el mes de enero que siempre presenta atractivas novedades. Conviene no olvidar la representación del Drama de la Cruz en la que participa el pueblo entero y que cada viernes santo se convierte en uno de los puntos más sobresalientes de atracción turística, en la Semana Santa del Bajo Aragón.

La semana pasada el CELA celebró sus séptimas jornadas de encuentro con la historia, en esta ocasión dedicadas a la Segunda República española. El miércoles 14 de octubre, intervino Julián Casanova que hizo un reorrido por los cinco años de República. El catedrático de la Universidad Zaragoza, natural de Valdealgorfa, explicó cómo el nuevo régimen inaugurado en España el 14 de abril de 1931 abarcó con cierta impaciencia todos los objetivos imprescindibles para modernizar un país sensiblemente atrasado y también de qué forma un levantamiento militar, como el del 18 de julio de 1936, acabó con todas las esperanzas republicanas. Casanova fue presentado por su discípulo, el historiador de Alcañiz, Pedro Rújula.

Al día siguiente, el monje benedictino de la Abadía de Monserrat, Hilari Ragué, disertó sobre las relaciones de la Iglesia Católica con la Segunda República. Ragué se refirió con detalle a las cartas pastorales del episcopado español de la época, a las intervenciones del nuncio Tedeschini y al comportamiento de obispos franquistas, como Gomá y Segura, así como a los pocos contrarios al levantamiento del 18 de julio, como el cardenal Vidal y Barraquer. Con algunas incursiones en nuestra realidad actual, Ragué se mostró esperanzado ante el futuro, convencido de que el auténtico espíritu del Concilio Vaticano II y del papa Juan XXIII volverán a resurgir en la Iglesia Católica.

Por fin, el viernes 16 de octubre, el escritor aragonés Ignacio Martínez de Pisón se detuvo ante la literatura relacionada con la Segunda República, la Guerra Civil y la postguerra. En este sentido, se refirió a su novela "Dientes de leche" y a su ensayo más importante en relación con la época republicana, de guerra y postguerra, como es "Enterrar a los muertos". Martínez de Pisón demostró con toda claridad hasta qué punto "el conocimiento del pasado es impulso de mejora ante el futuro", según dejó escrito, en los primeros años del siglo XX, Santiago Vidiella y Jassá (Calaceite,1860-1928), fundador del Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón (1907-1909).

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