sábado, 2 de enero de 2010

La vida del último 'Planeta'

Portada del libro 'Contra el viento' de Ángeles Caso, 'Premio Planeta 2009' de novela.












Ramón Mur

Es la vida de Sao. La que se cuenta en el libro ‘Contra el viento’, última novela de Ángeles Caso, ‘Premio Planeta 2009’. Una existencia trágica, descorazonadora en muchos momentos, aparentemente desesperanzada y sin rumbo. Sao es sólo desesperada en apariencia porque tiene arrestos para superar los peores tragos que este mundo pueda deparar. Antes de cumplir los 25 años, bastante antes, digamos que desde los 12, está entrenada para sufrir.

Desde Cabo Verde donde nació hasta la Europa de Lisboa y Madrid, Sao limpia suelos, escaleras y dormitorios ajenos porque ella pasa las noches en el primer cuarto que puede alquilar. ¡En su infancia soñó con estudiar medicina! Fue un sueño incumplido. El que sí se cumplió fue el de convertirse en una mujer llena de energía, luchadora contra toda clase de vientos, de andar firme y seguro. En medio de tan doliente vivir, la energía de Sao se transmite a otras vidas, las de las mujeres europeas, aparentemente, sólo así, más asentadas y seguras sobre el llamado estado del bienestar. La contadora de esta historia aparece al principio y al final del libro para hincar la rodilla admirada ante la vida jamás rendida ni vencida de Sao.

Hacía años que no seguía la orientación del viento de los premios ‘Planeta’. En esta ocasión, no obstante, me sentí atraído por el argumentado de la novela de Ángeles Caso y lo propuse como regalo navideño. El libro atrapa, de verdad. Lo leí en algo más de una larga sentada.

En el mundo que más conozco y frecuento, Alcañiz tiene una importante colonia de familias caboverdianas. Espero que mis amigos libreros alcañizanos, los Sodric e Ibañez, así como Serret de Valderrobres, vendan muchos ejemplares de este ‘Contra el viento’. Gustará, estoy seguro. Merece la pena viajar en contra del viento. Como casi siempre, ésa es la verdad. Porque ir por la vida con el viento a favor es fácil y cómodo. En cambio, hacerlo en contra es no poco problemático pero también infinitamente más saludable.

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