viernes, 4 de diciembre de 2009

El catalán y la custodia compartida de los hijos

De izquierda a derecha, José Ángel Biel, María Herrero y Javier Allué.









Ramón Mur

La abstención del PSOE en la toma en consideración de la proposición de ley llevada a las Cortes por el PAR para que la custodia de los hijos, tras una ruptura matrimonial, sea antes que nada compartida y no adjudicada a la madre en primera instacia, suena a rabieta poco o nada justificada. Miserias de la política. Un desencuentro más entre los socios del Gobierno de Aragón, PSOE y PAR.

Los socialistas tuvieron que tragarse la abstención de los aragonesistas en la toma en consideración de la proposición de ley de lenguas. Y ahora las huestes parlamentarias de Marcelino Iglesias han optado por responder con la misma moneda en una proposición estrella para el PAR, como es la de la custodia compartida. Total, corte de mangas y un "donde las dan las toman" de los parlamentarios del PSOE a los del PAR. Los socialistas lograron introducir a trámite su proposición lingüística con los votos de apoyo de CHA e IU unidos a los suyos propios, mientras el PAR se abstenía y el PP, cómo no, votaba en contra. Ayer, el PAR logró que su proposición estrella entrara también a trámite en la Cámara pero con los apoyos de PP y CHA, mientras el PSOE se abstenía y el único diputado de IU votaba en contra.

Al margen de estas rabietillas infantiles de parlamento autonómico, lo que ocurre es que nadie entre los altos cargos del PAR quiere aceptar lo evidente: que si, por humanidad y sensibilidad social, es importante aceptar el trámite parlamentario de una propuesta para que la custodia de los hijos de cónyuges separados o divorciados sea compartida, igual de importante es para miles de aragoneses que se cumpla nuestro propio Estatuto de Autonomía y se regule por ley la pluralidad lingüística de nuestra comunidad autónoma.

El enfado del PSOE, por injustificada que pueda parecer su vengancilla o rabieta, se debe, además, al empecinamiento del PAR en no aceptar que una de las tres lenguas que se habla en Aragón es el catalán que también se habla en Baleares y Valencia, aunque en estos dos territorios lo llamen mallorquín y valenciano, respectivamente. Y para esos miles de aragoneses antes mencionados, decir que en esta tierra se habla catalán es tan de sentido común como admitir que, tras la ruptura de un matrimonio, debería primar la custodia compartida de los hijos. Y que conste que estos millares de aragoneses son muchos millares. No hay más que ver cómo va la encuesta de Heraldo de Aragón en la que se pregunta a los lectores: "¿La ley de lenguas debe denominar catalán al habla del Aragón oriental?" El sentido común, por fortuna, va ganando por goleada.

Heraldo de Aragón publicaba ayer una fotografía que, por sí misma, lo dice todo. El presidente del PAR y vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, sentado en su escaño, estrecha la mano del portavoz socialista, Luis Miguel Franco, ante la mirada de María Herrero y Javier Allué, ambos del PAR. La ponente aragonesista en la ley de lenguas y el portavoz de su grupo, que tantas negociaciones han protagonizado con Franco en esta vida parlamentaria aragonesa, parecen decirle con la mirada: "¡Ojo, si sois rencorosos los socialistas!". La imagen que he podido recoger para este espacio sólo muestra a Biel con Herrero y Allué. El PAR sacó adelante el primer envite sobre su proposición estrella porque, además del PP, recibió el apoyo de su competidor aragonesista por la izquierda y enemigo irreconcialiable, como es Chunta Aragonesista (CHA). Vivir para ver.

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